En una reunión virtual que tuvimos el año pasado, me preguntaron cuál era el proyecto que quería cumplir más rápido, respondí que era arrendar un departamento para mí sola en Santiago. Meses después, lo conseguí y fui feliz llenándolo de plantas.
Ahora, mirando para atrás, creo que lo que realmente necesitaba era una bodega. Sí, una bodega. Esa es la función que ha cumplido mi departamento en los últimos meses. Durante la cuarentena trabajé desde el Sur, luego desde Medellín –donde está mi familia– y ahora estoy en Ciudad de México, conociendo al equipo de aquí. Un viaje de tres semanas que ya va para mes y medio.
Creo que nunca había valorado tanto la posibilidad de moverme.
Si me quedara con solo una razón por la que valoro Fintual, sería la oportunidad de elegir. No solo elegir el lugar desde donde trabajo, sino la forma de hacerlo o las ideas que van saliendo en el camino.
Estoy en el café de un barrio con un nombre que no sé pronunciar y acabo de recibir la noticia: Un correo diciendo que somos la mejor empresa de Chile para jóvenes profesionales según el estudio de Employers for Youth.
Me emocioné tanto que me puse a escribir este artículo.
Nos motivamos a participar por primera vez para medirnos en temas como innovación, desarrollo de carrera, diversidad y cultura, entre otros. El equipo de Personas lleva menos de un año y por eso es tan importante escuchar al equipo constantemente, ellos guían nuestras acciones y decisiones.
Para mí, el resultado no es un lugar de un ranking, sino la prueba de que sí se puede cambiar la concepción del trabajo. El trabajo no como el centro de la vida ni el punto de llegada, sino como una vía para tener un mejor día a día.
Antes de llegar a Fintual, había escuchado varios discursos idealistas sobre Recursos Humanos que hablaban de la importancia de “pensar primero en la persona”, pero en la práctica no pasaba nada. Luego entendí que es necesario aprender a desaprender. Con ese trabalenguas, vuelvo al tema del movimiento: Alejarme de lo que creo que es una certeza solo porque muchos la repiten.
Hay tres cosas que antes veía como escritas en piedra y ahora sé que, si se derrumban, se convierten en razones por las que alguien puede elegir una empresa como el mejor lugar para invertir su tiempo. Aquí van:
La comunicación no puede ser cosa de dioses.
Lo escuché por primera vez de dos colegas. Me contaron que al último piso del edificio de la empresa lo llamaban “El Olimpo”. El piso con puertas de vidrio, el mejor café y oficinas lujosas en las que estaban los directivos. Subías solo por una buena razón, temblando de la cabeza a los pies. Ellos raramente bajaban.
Si la estrategia de la empresa se arma a puerta cerrada —o en el último piso—, cuando se comparte algunas personas entienden la mitad y otras la interpretan como prefieren. Es como jugar al teléfono descompuesto, ¿Cuántas veces llegó el mensaje a la última persona igual a como lo dijiste en primer lugar?
En Fintual no contratamos personas que le digan a otras qué hacer, sino que todos “metemos las manos a la masa”. Por eso toda la información está ahí, a la vuelta de un clic y cada uno puede leer y opinar sobre cualquier cosa, desde las metas de este año y el lanzamiento de la Store, hasta la última actualización del mercado.
¿Y cómo se coordinan casi un centenar de mentes distintas? Sabiendo dos cosas:
→ Consejo práctico: Pregúntate por el propósito de la empresa en donde estás. Si lo tienes claro y resuena contigo, seguro tu motivación va a aumentar.
Luego piensa qué tan indispensable eres. Si tu respuesta es: “Si mañana me voy, esto se cae”, empieza a buscar cómo comunicar más tu trabajo y dejarlo registrado.
Confiar en “el después” de las equivocaciones
Le di clic al botón “enviar” y a los dos segundos mi jefe me miró con cara pálida. Había enviado un comunicado de desvinculación a toda la empresa y a la persona todavía nadie se lo había dicho. Me encerré en el baño a llorar por la equivocación garrafal que había cometido.
Esto fue hace más de tres años y todavía lo recuerdo con miedo y un hueco en el estómago.
Hemos aprendido a satanizar el error y a verlo como el peor desenlace de cualquier intento, sin saber que algunos de los mejores inventos han salido de errores: La penicilina, el marcapasos, o ¡las galletas con chips de chocolate! 😋
En ambientes seguros en los que puedes probar cosas nuevas sin la presión de que sean aciertos, más aciertos tendrás.
En el 2012, Google se preguntó por la razón de la diferencia de performance de sus equipos, porque algunos alcanzaban mejores resultados y más rápido. Tardaron dos años con el “proyecto Aristóteles” –su nombre viene de: El todo es más que la suma de las partes– y, después de entrevistar a 180 equipos, descubrieron que el éxito no tenía que ver con las mejores tecnologías o el nivel de seniority, sino con las relaciones entre las personas y la claridad del propósito en el trabajo
Resultados del proyecto Aristóteles
¿Entonces la embarramos, nos abrazamos y celebramos los errores? No, en Fintual hacemos post mortems. El nombre suena terrorífico, pero son MUY útiles. Es una práctica estándar en el mundo del software, la cual adoptamos en cualquier equipo. Imagínate hacerle una autopsia al error. Escribimos lo que pasó, qué aprendimos y cómo vamos a prevenirlo en el futuro, luego lo compartimos con el resto del equipo porque, como te dije en el punto anterior, todo es público.
→ Consejo práctico: piensa en el último error que cometiste y hazte tres preguntas:
La “adaptación” no puede quedarse solo como un slogan de la pandemia
Si te resuena esa frase, eres de mi generación. Si no tienes idea de lo que hablo, es probable que no tengas más de 22. Las Páginas Amarillas fueron creadas en 1886 por Reuben H. Donnelley, era un libro gigante que te enviaban a tu casa con la guía de teléfonos de negocios y personas de tu ciudad. Como puedes imaginarte, llegó Google y arrasó con todo. Increíblemente, la última edición impresa en España fue en marzo de este año, la compañía confesó que tenían un número muy bajo de suscriptores a la versión en físico, pero que no querían perder la tradición.
En USA, incluso tenían un comercial
Como este, hay muchos casos en los que el mundo avanza a un ritmo tan rápido que el que no se suba al tren, se queda atrás. El ya desgastado ejemplo de Netflix contra Blockbuster demuestra exactamente lo mismo: Te adaptas o mueres, te adaptas o entras en bancarrota.
Si lo sabemos de memoria, ¿por qué no aplicarlo?
La adaptación no se trata de tener reuniones virtuales, es eliminar el concepto de “la vida después de la pega” y entender que la vida es justo en este momento, todo el día, todo el tiempo. Además, muchas fronteras (imaginarias 😥) se abrieron y ahora puedes buscar trabajo en México desde Chile o en Brasil desde Colombia. Por eso ahora pueden existir equipos con 10 nacionalidades diferentes –como pasa en Fintual– y la palabra “seco” será un “lo estás haciendo increíble” para alguien y un “no te expresas lo suficiente” para otro.
Entonces, si todos somos diferentes y no estamos en los mismos momentos de vida, la oferta de valor de una empresa tiene que ser flexible, no puede ser igual para cada persona: Joaquín prefiere trabajar part time para estudiar, a Daniela le funciona una semana laboral de cuatro días para poder escalar, Andrés acaba de ser papá y va a tomarse su licencia de tres meses, y yo valoro este café en medio de un barrio que no conozco.
→ Consejo práctico: Poner en común las diferencias y hablar de esa “vida después de la pega”. Entender que para alguien es importante desconectarse temprano para ir por sus hijos al colegio, pero que igual le funciona empezar a trabajar una hora antes porque es bien madrugadora...
¿Así que “la mejor empresa para jóvenes profesionales”?
Los rankings y los títulos son efímeros.
Este lugar lo pueden ocupar muchas más empresas, no solo porque lo dice el estudio, sino porque el equipo así lo siente. Empresas en las que el propósito esté muy claro, en las que cualquiera se puede atrever a dar una idea o admitir con tranquilidad que se equivocó.
Lugares en los que te proyectes o cambies de proyectos, en los que puedas cuestionar alguna creencia o confirmar otra. Lugares en los que puedas moverte.
Nuestro equipo sigue creciendo y por eso estamos buscando más personas que crean en el propósito de democratizar las finanzas, puedes postular aquí: fintual.cl/steve